lunes, 5 de mayo de 2008

The Apprentice: Tarjetas de celebración

En el capítulo The Apprentice de la semana pasada, el reto que se le proponía a ambos equipos contaba con una componente muy importante de creatividad. Consistía en seleccionar una celebración y producir una serie de tarjetas de regalo (un sector mucho más extendido en Reino Unido que en España) que había que vender a tres retailers.

El equipo ganador optó por centrarse en el mercado de los "singles" que tanto éxito está teniendo en mucho países y creó tarjetas pensando en venderlas el día antes de San Valentín. Aunque la idea me parece buena, cometieron algunos errores que casi les cuesta la victoria:
1) Dentro del estudio de la industria de las tarjetas, deberían haber deducido que la fecha seleccionada no es la más apropiada puesto que las tiendas destinan un porcentaje muy alto de sus estantes a San Valentín y no tienen espacio adicional. Esto les fue comentado por los dos primeros clientes, que sólo pidieron 1500 tarjetas cada uno. Lo positivo fue la reacción del jefe de proyecto que decidió dejar la fecha variable para la tercera reunión en la que consiguió un pedido considerablemente más grande.
2) A la hora de presentar el producto debían haber preparado una definición del mercado al que iba orientado, esto es, no las personas a las que se les regala la tarjeta, sino las que la compran. Si eres un "single", ¿quién te compra la tarjeta? Tuvieron que improvisar respuestas.
3) Un duda de ortografía en las tarjetas les llevo 2 horas entre que llamaban a bibliotecas, editoriales de periódicos y otros, cada uno dándoles una respuesta distinta. Consejo: busca una frase alternativa y acabarás antes.

El equipo perdedor, además de elegir un tema pésimo, tuvo un jefe de proyecto asombrósamente incompetente. Errores:
1) El tema era algo así como "La semana de la tierra" en la que la gente regalaría tarjetas a otras personas para concienciárles en temas ecológicos, que incluían frases muy pesimistas. No supieron contestar a preguntas de los clientes como "¿por qué alguien compraría una tarjeta tan deprimente?" o "¿por qué gastar papel en un tema ecológico si puedes mandar una tarjeta electrónica?". Quizá preguntar a un grupo reducido de personas en la calle hubiera ayudado a elegir un tema diferente.
2) El jefe de proyecto decidió hacer las presentaciones de venta él mismo cuando tenía a gente en su propio equipo con más experiencia. La falta de tiempo y de planificación le hizo preparar la presentación a última hora.

En resumen una falta de estudio del mercado objetivo y de la industria, una falta clara de planificación y una decisión errónea del jefe de proyecto de no delegar a quién sabe más que tú en esos temas.

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